viernes, 18 de junio de 2010

Cada ocaso es único


Hoy pienso y recuerdo mis hermosas vacaciones en la querida y acogedora Las Cruces, recuerdo cada momento como si fuera ayer, el viento en mi cara, las hojas de cada árbol chocando con el viento, pero llego a un instante, el cual cambiaría por todo lo que hay en la faz de la Tierra, el ocaso, ese hermoso momento, con un poco de frío, pero el espectáculo es increíble, cada figura que se forma con la mezcla del sol y el mar que hace que esto sea más único todavía, y al final, nuestra amada luna, aquél astro que ha enamorado a millones de personas, que ha hecho que cada persona sienta que valió la pena un día pesado, la misma que con su luz les quita las pesadillas a esos pequeños con miedo a la oscuridad, en fin un verdadero espectáculo.

Bueno, ahora estoy en la capital, donde el sol es omitido por miles de edificios, la luna es tapada por una asquerosa acumulación de smog, y las nubes son negras, donde el viento te ahoga, en fin, el infierno, pero en la Tierra.

1 comentario:

  1. Por un momento volví a esa playa, sentí el frío y el viento me rozó la cara, el maté estaba dulce y el perro arpegeaba las cuerdas de la guitarra... Describiste precisamente esa hora..ESA.. que es mi favorita de las 24 que nos llevan los días, y sobre todo, te confieso, en invierno, cuando las nubes desfilan de mil formas y colores, y son esos momentos eternos...

    No pensé que atesorarías tanto esas tardes.. pero ahora que estoy al tento sé que vendrán muchas más en esa misma playa o a donde nos llevan nuestros pasos..
    Nos queda mucho tiempo y momentos por disfrutar!
    Te adoro Nejito... Y gracias por tus letras, me emociono esta en particular muchisimo...

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